Mi nombre es Katerina, soy una joven violonchelista griega, trabajadora y ambiciosa. Vivo en la hermosa Utrecht durante los últimos seis años e, incluso si mi holandés no es perfecto, siento a los Países Bajos como mi segundo hogar. A través de mis lecciones, un alumno podrá avanzar en su técnica, su comprensión y percepción de la música y su musicalidad. Todo esto se logrará a través de un modelo individual diseñado a partir de cada alumno en función de sus habilidades, edad, tiempo que quieran dedicar a la práctica personal y nivel. Para mí, cada alumno debe ser atendido a su propio ritmo y en función de sus propias necesidades y habilidades, para que las lecciones sean lo más eficientes y productivas, pero tan agradables y divertidas como sea posible.