Niveles de aprendizaje: Los cursos suelen estar segmentados en niveles como principiante, intermedio y avanzado. Cada nivel se enfoca en ampliar el vocabulario, la gramática, la comprensión auditiva y la capacidad de expresión oral y escrita. Herramientas de aprendizaje: Se utilizan libros de texto, materiales en línea, aplicaciones y recursos audiovisuales para ofrecer una experiencia de aprendizaje integral. Los estudiantes practican la escritura de caracteres chinos, la pronunciación a través de ejercicios orales, la lectura de textos y la comprensión auditiva. Enfoque en la comunicación: Se fomenta la comunicación desde el primer día. Los cursos suelen incluir actividades interactivas, juegos de roles, debates y ejercicios de conversación para mejorar la fluidez oral. Gramática y estructura: Se enseña la gramática de manera progresiva, desde conceptos básicos hasta estructuras más complejas. Se presentan reglas gramaticales y se practican a través de ejercicios prácticos. Cultura china: La enseñanza del idioma también está vinculada con la cultura china. Los cursos pueden incluir lecciones sobre festividades, tradiciones, historia, costumbres y elementos culturales para ofrecer una comprensión más amplia y profunda del país y su gente. Evaluación y seguimiento: Los estudiantes suelen ser evaluados a través de exámenes escritos, orales y actividades prácticas para medir su progreso. Los profesores proporcionan retroalimentación y orientación para ayudar a los estudiantes a mejorar continuamente.